lunes, 9 de marzo de 2009

MUJERES

Mañana de suburbio
y el autobús se acerca a la parada.

Hace frío en la calle, suavemente,
casi de despertar en primavera,
de ciudad que no ha entrado
todavía en calor.
Desde mi asiento veo a las mujeres,
con los ojos de sueño y la ropa sin brillo,
en busca de su horario de trabajo.

Suben y van dejando al descubierto,
en los cristales de la marquesina,
un anuncio de cuerpos escogidos
y de ropa interior.
Las muchachas nos miran a los ojos
desde el reino perfecto de su fotografía,
sin horarios, sin prisa,
obscenas como un sueño bronceado.

Yo me bajo en la próxima, murmuras.
Me conmueve el recuerdo
de tu piel blanca y triste
y la hermandad humilde de tu noche,
la mano que dejaste
olvidada en mi mano,
al venir de la ducha,
hace sólo un momento,
mientras yo me negaba a levantarme.

Que tengas un buen día,
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada,
que la vida te trate dignamente.

1 comentario:

  1. ¿Y qué decir de Luis? Tan increíble, mi poeta, escritor, persona favorita, sin duda. Yo tuve la suerte de haberlo visto leer este poema y explicarlo en público...esas cosas no tienen precio. Lo habré visto unas cuatro veces en persona y cada vez me gusta más. También he tenido la suerte de conocer a su mujer, habremos coincidido un par de veces. Son geniales los dos, que la vida les trate dignamente...

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