martes, 17 de febrero de 2009

HA VENIDO A ESA HORA


No vive en este barrio.
No conoce las tiendas.
No conoce a las gentes
que se afanan en ellas.
No sabe a lo que vino.
No compra aquí la prensa.
Recuerda las esquinas
que los perros recuerdan.

Ventanas encendidas
le agrandan la tristeza.
Corazón transeúnte,
junto a las casas nuevas
camina vacilando,
como un hombre a quien llevan.
El viento del suburbio
se le enreda en las piernas.

La calle como entonces.
Como entonces ajena.
Y el aire oscurecido
la noche que se acerca.
Cuando dobla la esquina
y aprieta el paso, sueña
que el tiempo no ha cambiado,
jugando que regresa.

Luego pasa de largo,
y piensa: fue una época.

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