"Ser poeta es encontrar en otros la propia vida. No encerrarse; darse a todos; ser sin ser melancolía, y ser también mar y viento, memoria de las desdichas." Gabriel Celaya
martes, 11 de diciembre de 2012
Con dos años, dos flores
cumples ahora. Dos alondras llenando toda tu aurora. Niño radiante: va mi sangre contigo siempre adelante.
Sangre mía, adelante, no retrocedas. La luz rueda en el mundo, mientras tú ruedas. Todo te mueve, universo de un cuerpo dorado y leve.
Herramienta es tu risa luz que proclama la victoria del trigo sobre la grama. Ríe. Contigo venceré siempre al tiempo que es mi enemigo.
Pongo cara de herido cuando respiras y de muerto que sufre cuando me miras. Tú has conseguido tenerme a cada instante muerto y herido.
Menos tu vientre todo es confuso. Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Menos tu vientre todo es oculto, menos tu vientre todo inseguro, todo es postrero polvo sin mundo. Menos tu vientre todo es oscuro, menos tu vientre claro y profundo.
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, que son dos hormigueros solitarios, y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos..
No me encuentro los labios sin tus rojos, que me llenan de dulces campanarios, sin ti mis pensamientos son calvarios criando nardos y agostando hinojos.
No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina.
Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina.